Si tienes un negocio, y sientes que podrías estar aprovechándolo mejor, en esta página vas a entender por qué no es cuestión de más esfuerzo, sino de mejor enfoque
Algunos dueños de negocio creen que si simplemente siguen esforzándose más, publicando más, atendiendo más, aprendiendo más… los resultados van a llegar solos.
Pero no siempre es así.
Hace poco hablé con un emprendedor que llevaba meses sin ver crecer sus ventas.
Tenía un buen producto, atención personalizada, incluso invertía en publicidad. Y sin embargo, no pasaba nada.
“Estoy cansado”, me dijo. “Siento que hago mil cosas… pero todo se queda en lo mismo.”
Le pedí que me contara, paso a paso, lo que estaba haciendo. Y en menos de una hora, encontramos el problema.
No era su contenido. Ni su esfuerzo. Ni sus ganas.
Era la falta de dirección. Estaba haciendo muchas cosas... pero ninguna con una estrategia clara detrás.
Ese día todo cambió para él.
Le mostré cómo sus publicaciones no estaban alineadas con sus verdaderos objetivos.
Le enseñé por qué su propuesta no conectaba como él creía, y cómo pequeños cambios en su mensaje podían hacer una gran diferencia en la forma en que su audiencia lo percibía.
No le pedí que trabaje más.
Solo que piense diferente y mejor.
Porque cuando entiendes qué está fallando, recuperas el control.
Ya no sientes que estás probando a ciegas. Ya no vives con la duda de si lo que haces hoy tendrá algún impacto mañana.
Y eso fue lo que más me agradeció al terminar nuestra sesión.
Me dijo:
“No pensé que fuera tan simple… Solo necesitaba a alguien que me ayudara a ver lo que yo no podía.”
Desde entonces, reorganizó sus prioridades, afinó su estrategia de marketing, dejó de gastar en cosas que no le funcionaban… y por primera vez en mucho tiempo, volvió a entusiasmarse con su negocio.
Porque cuando dejas de hacer por hacer…
Y empiezas a hacer con dirección…
Los resultados llegan.
Y no por arte de magia.
Sino porque cada acción empieza a tener un propósito claro.
Lo vi salir de la sesión con los hombros más relajados, como si por fin alguien le hubiera quitado ese peso de no saber qué más probar.
Y es que a veces no necesitas más esfuerzo, sino más claridad.
Y eso es exactamente lo que trabajamos en esta sesión:
identificar lo que no estás viendo, y traducirlo en acciones concretas que sí te acerquen a tus metas.
Algunas de las cosas que vas a descubrir en esta consultoría 1a1 son:
Por cierto, esta no es una consultoría de esas en las que te llenan de tareas y terminás más perdido que antes.
Aquí todo se adapta a tu negocio, a tu contexto, a tus prioridades.
¿Podré por fin entender qué está frenando el crecimiento de mi negocio, sin tener que seguir adivinando?
Con esta sesión 1 a 1 de consultoría vas a tener un mapa claro: qué cambiar, qué mejorar y qué dejar de hacer.
Sin fórmulas genéricas ni tareas infinitas. Solo lo que tu negocio necesita ahora, explicado de forma simple, para que tomes decisiones con seguridad.
Pago seguro con cualquier tarjeta de crédito o PayPal.
El monto se refleja en tu moneda local al momento de hacer el pago
¿Cuánto dura la Sesión de Consultoría?
La sesión dura 60 minutos. Pero no es cualquier hora. Es una hora contigo, con tu negocio, con tus dudas, tus ideas… y sobre todo, con dirección.
Nos conectamos por Zoom y, desde el primer minuto, trabajamos en lo que de verdad importa: entender qué está frenando tus resultados y qué puedes hacer (de verdad) para avanzar.
Después de comprar, podrás acceder a mi calendario privado y agendar en el horario que mejor encaje contigo. Porque esto no se trata de apurarte, se trata de que por fin tengas una conversación que sí te mueva.
Una sola hora. Pero puede marcar un antes y un después.
¿Es muy caro? ¿Es barato?
Eso depende de con qué lo compares.
Si lo comparas con seguir adivinando, con seguir invirtiendo en campañas que no sabes si funcionan, con perder oportunidades porque tu mensaje no conecta… entonces no, no es caro.
Esto no es una plantilla ni un consejo genérico. Es una hora entera enfocada en ti, en tu negocio, en tus metas. Es claridad real para tomar mejores decisiones y avanzar con confianza.
145 dólares por una conversación que puede ahorrarte meses de frustración, errores costosos y estrategias que no sirven… sinceramente, me parece una inversión inteligente.
Pero solo tú puedes decidir si es el momento de dejar de hacer más de lo mismo… o si prefieres seguir esperando que algo cambie.
¿Qué perfil de personas le sacarán mejor partido a esta sesión?
Esta sesión no está pensada para personas que están buscando la “fórmula mágica” o que simplemente quieren validar lo que ya hacen sin estar abiertas a mirar desde otro ángulo. Tampoco es para quienes coleccionan sesiones, cursos y diagnósticos... pero no los aplican.
La persona que más partido le va a sacar es alguien que ya está en movimiento. Que tiene un negocio andando, con productos o servicios reales, y siente que algo podría estar funcionando mejor… pero no sabe exactamente qué.
No hace falta que seas un experto en marketing. Lo que sí ayuda mucho es tener apertura para revisar, ajustar y afinar lo que ya tienes con intención y claridad.
Si valoras una conversación sincera, enfocada y sin relleno… esta sesión es para ti.
¿Ofreces algún tipo de garantía?
En esta ocasión, no. Y déjame explicarte por qué.
Esto no es un curso grabado ni una plantilla que descargas y ya está.
Es una sesión personalizada, en vivo, en la que durante 60 minutos trabajamos de forma directa sobre tu negocio.
Una vez que agendes y accedas a mi tiempo, yo bloqueo mi calendario, me preparo con antelación, analizo tu situación y te dedico toda mi atención y experiencia durante ese espacio.
Es como si contrataras a un especialista para revisar tu caso. No tiene sentido “devolverlo” después de haber recibido el análisis y las recomendaciones.
Eso sí:
Voy a darlo todo para que salgas con claridad, foco y un plan de acción.
Y si hay algo que no entiendes, me quedo contigo hasta que lo tengas claro.
¿Es una buena inversión?
Si estás buscando una conversación real, con foco estratégico, sin plantillas recicladas ni frases de motivación vacías… esta sesión es una muy buena inversión.
Porque aquí no vas a salir con una lista genérica de tareas ni con ideas sueltas. Vas a salir con una hoja de ruta concreta, adaptada a tu negocio, y con la claridad de qué hacer ahora y por qué.
No se trata solo de “ver qué sale”, sino de que entiendas con precisión qué está pasando, qué necesita tu negocio, y cómo avanzar de forma más simple y más efectiva.
¿Vale la pena? Solo si te importa dejar de adivinar y empezar a decidir con criterio.
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Si tú también quieres aumentar tus ventas y superar todos tus objetivos, esto te interesa.
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Antes de terminar, una última cosa…
Sé que a veces, pedir ayuda se siente como admitir que uno está fallando.
Pero pedir ayuda no es un signo de debilidad. Es un signo de inteligencia.
Porque cuando estás demasiado metido en el día a día de tu negocio, es difícil ver con claridad qué funciona, qué no… y qué estás dejando pasar sin darte cuenta.
Esta sesión no es una charla motivacional, ni un taller teórico.
Es una conversación profunda, estratégica y práctica. Es el espacio donde vamos a mirar tu negocio desde fuera, con objetividad, sin juicios… pero con dirección.
Y si al terminar la sesión sientes que entendiste cosas que llevabas meses o años sin ver… entonces sabrás que valió cada minuto.
Accede ahora a mi calendario y reserva tu sesión.
Es tu momento de hacer menos… pero con más sentido.
Saludos.
César.